China ha regulado el uso de las tecnologías de inteligencia artificial (IA) generativa, que son capaces de crear imágenes o textos a partir de consultas de los usuarios. Estas tecnologías, como ChatGPT, se han popularizado en los últimos meses y han sido lanzadas por gigantes tecnológicos chinos como Alibaba y Baidu.
Sin embargo, el Gobierno Chino ha emitido unas normas que prohíben la creación de contenidos generados por IA sin etiquetas claras, como marcas de agua, que indiquen su origen artificial. Además, los contenidos generados por IA deben reflejar los valores del socialismo y no subvertir el poder del Estado, ni discriminar ni generar información falsa.
Estas normas entrarán en vigor el 10 de enero de 2023 y buscan prevenir y resolver los riesgos de seguridad, así como promover el desarrollo saludable de los servicios de síntesis profunda. Los proveedores de estos servicios deberán someterse a una evaluación de seguridad del gobierno antes de lanzar sus productos.
China no es el único país que ha tomado medidas para regular la IA generativa. España e Italia también han aprobado leyes que establecen principios éticos y jurídicos para el uso responsable y humano de la IA, así como mecanismos de supervisión y sanción
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