AMD ha publicado un comunicado en el que explica la razón por la que algunos de sus procesadores se han quemado en los últimos meses y la solución que ha implementado para evitarlo. Según la compañía, el problema se debe a un defecto en el diseño del circuito integrado de gestión de energía (PMIC) que se encuentra en algunos modelos de la familia Ryzen 7000.
El PMIC es el encargado de regular el voltaje y la corriente que llega al procesador, así como de monitorizar la temperatura y el consumo. AMD ha detectado que, en ciertas condiciones de estrés, el PMIC puede fallar y enviar un pico de voltaje al procesador, lo que provoca su sobrecalentamiento y daño irreversible.
AMD ha asegurado que este defecto solo afecta a un pequeño porcentaje de sus procesadores Ryzen 7000, y que ha tomado medidas para solucionarlo. La compañía ha lanzado una actualización de BIOS que corrige el funcionamiento del PMIC y evita que se produzca el fallo. La actualización se basa en una nueva versión de AGESA (el firmware que controla las placas base) que limita el voltaje del PMIC a 1.3V. Según AMD, este cambio no afecta al rendimiento ni a la capacidad de overclocking de los procesadores.
Además, AMD ha ofrecido reemplazar los procesadores afectados por otros nuevos sin coste alguno para los usuarios. La compañía ha pedido disculpas por las molestias causadas y ha reiterado su compromiso con la calidad y la innovación. La compañía ha destacado que sus procesadores Ryzen 7000 son los más avanzados del mercado, con una arquitectura de 7 nm que les permite ofrecer un alto rendimiento y una gran eficiencia energética.
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